Vestuario [alquiler]

El acto de vestirse representa claramente una necesidad fundamental del hombre, tanto por las evidencias científicas adquiridas por la historia y la ciencia a lo largo de los siglos, e incluso corroboradas por la religión, el acto de cubrir los cuerpos o vestirse es, para el hombre, un fundamento tan importante como el acto de alimentarse o abrigarse, teniéndolos como actos insustituibles. Después de la casa, la ropa es el segundo refugio del hombre. A lo largo de los siglos, la ropa y la moda que se dictaba se convirtieron en un imperativo de la época…
El vestuario oficial del Viagem Medieval cuenta con cerca de 2500 trajes que se pueden alquilar durante todo el año.
Durante el Viagem Medieval, el vestuario oficial solo alquilará trajes si están disponibles, ya que la mayoría de los artículos se utilizarán en el evento. Para más información, ponte en contacto con nosotros por correo electrónico: guardaroupa@viagemmedieval.com

Alquiler e información:
Tel. (+351) 967 230 997 (llamadas móvil nacional)
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Sin medios económicos y lejos de la posibilidad de vestirse de manera elegante o abundante en adornos de cualquier tipo o material, hombres y mujeres del pueblo vivían para el trabajo y para una vida que exigía la comodidad y el sentido práctico de la vestimenta.

Durante la llamada Baja Edad Media, el período de la historia medieval comprendido entre los siglos XIII y XV, la burguesía no estaba socialmente estratificada. Fue una época en la que el sistema feudal empezó a entrar en crisis y comenzaron a producirse numerosos cambios económicos, religiosos, políticos y culturales. A ello contribuyó esta nueva clase emergente dedicada al comercio, que comenzó a enriquecerse y a dinamizar la economía hacia finales de la Edad Media.

En la Europa medieval, la nobleza se originó, esencialmente, en la estructura feudal o señorial de los Estados. El estrato social superior estaba formado por los poseedores de riqueza, en particular de riqueza territorial, propiedad de la tierra y poder militar. La nobleza no era, sin embargo, una clase cerrada, ya que el acceso era posible por concesión real. En cuanto a la vestimenta, la nobleza hacía alarde de su estatus superior a través de los materiales, accesorios y adornos de cada traje, que eran igualmente suntuosos en hombres y mujeres.

El clero vestía ropas oscuras y largas de lana, con capas igualmente oscuras y largas; algunos iban descalzos, otros calzaban zapatos de cuero y llevaban rosarios y adornos de su religión. Los clérigos más ricos vestían ricas vestimentas acordes con su estatus, adornadas con oro y piedras preciosas.